Tareas Atomizadas, ¿Qué son y para qué Sirven?

Prácticamente todas las actividades que realizamos día a día son complejas. Independientemente de su dificultad, nuestras tareas se componen de diferentes pasos que, realizados en conjunto, le dan forma a una labor concreta.

Por ejemplo, lavar los trastes implica acomodarlos en el fregadero, quizá irlos tallando según su tipo, enjuagarlos, ponerlos en el escurridor, esperar a que se sequen y llevarlos a la alacena. Lo que queremos resaltar es que cada actividad tiene un proceso y cada proceso una serie de eventos consecutivos que tienen que ocurrir para dar por concluida la tarea. 

Cada parte de una actividad, cada eslabón durante el proceso, puede verse como un átomo. Es decir, una unidad que, la realizarla, nos permite ir al siguiente paso y, así, consecutivamente, llegar al objetivo final. 

Las tareas atomizadas es la forma de ver una actividad compleja desde sus componentes, de tal manera que te permita desmenuzarlas, ordenarlas por prioridad o secuencialmente e irlas ejecutando hasta completar la actividad compleja. 

Es muy común que, en el ritmo de vida que llevamos, el estrés esté bastante alto. En un estado así es fácil que las tareas se acumulen y se vuelvan agobiantes. Verlas desde las partes que las componen puede bajarles la carga y hacer que se vuelvan más sencillas.

Lo más provechoso de este método es que te permite dar un paso a la vez, resolver una cosa antes de pasar a la siguiente y establecer una secuencia de trabajo que te posibilite optimizar tu tiempo e, idealmente, reducir el nivel de estrés que genera tener que realizar demasiadas tareas complejas en un día.