De Picnic con Clax
Estos últimos dos años de pandemia han cambiado nuestra rutina de una manera u otra. Incluso si no dejaste de salir a la oficina, en algún momento tuviste que dejar de ir al cine o a conciertos. Hasta ir a cenar a algún lugar lindo de la Condesa tuvo que suspenderse un rato.
Ahora que las cosas están mejorando, gracias a las jornadas de vacunación, podemos salir un poco más; claro, sin dejar de usar el cubrebocas, usando gel antibacterial y limitando el contacto físico con personas con quienes no compartimos la casa. Un buen plan es hacer un picnic al aire libre y Clax es tu compañero perfecto.
Puedes hacer un excelente equipo con el carrito y una caja. Como ambos son plegables, son muy fáciles de transportar en el carro y en ellos puedes llevar todo lo que necesitas para tu picnic.
Pon el carrito en tu cajuela y en la caja un mantel (si tienes uno de cuadritos blanco con rojo, podrás preparar un picnic que parezca de película) o una cobijita, una bolsa de tela o papel con pan artesanal, un tupper con uvas, manzanas y mandarinas, otro con jamones y embutidos, y uno más con trozos de queso.
Lleva tu vino favorito o un jugo fresco en un termo. Si prefieres, puedes preparar una botella de cristal con agua mineral y rodajas de naranja y limón y una rama de yerbabuena. Si los embutidos no son lo tuyo o si eres vegetariana, puedes sazonar unas verduras con especias (los ejotes salteados en aceite de oliva con ajo y un chorrito de limón amarillo, son deliciosos).
Ir a un espacio abierto, en donde te puedas sentar sobre el pasto, ver los árboles y respirar un aire diferente al de la ciudad es siempre renovador. Y, en estos tiempos, en los que la pandemia nos ha hecho encerrarnos un poco, reconectar con la naturaleza es una buena manera de renovar el ánimo. Además, una salida al aire libre es mucho menos riesgosa que estar en un restaurante y será revitalizador.
¿Tienes algún lugar en mente? Si no, el Desierto de los Leones es una buena opción. Pero, también hay zonas dentro de la ciudad en las que puedes hacer un lindo picnic, como Ciudad Universitaria o Chapultepec donde, por cierto, hay un tótem que nos donó el gobierno canadiense en 1960. ¿Te animas a probarlo?